La presentación de la declaración anual es un proceso importante que deben realizar todas las empresas que hayan obtenido ingresos durante el año fiscal anterior, pero, ¿Qué pasa si no presentas tu declaración a tiempo?
Tu empresa podría enfrentar las siguientes consecuencias:
- Multas y recargos: La omisión de presentar tu declaración anual en el plazo establecido puede ocasionar una multa por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT). Además, también podrías estar sujeto a recargos por el retraso en el pago de tus impuestos.
- Pérdida de deducciones: Si no presentas tu declaración anual en el plazo establecido, podrías perder la posibilidad de deducir ciertos gastos que hayas tenido durante el año fiscal anterior, lo que se traduce en un aumento en tu carga fiscal.
- Limitaciones en tu historial crediticio: El SAT puede reportar tu falta de cumplimiento en la presentación de tu declaración anual a las sociedades de información crediticia, lo que podría tener un impacto negativo en tu historial crediticio y, por lo tanto, limitar tu acceso a créditos y préstamos.
- Auditorías: Si no presentas tu declaración anual, es posible que el SAT te seleccione para una auditoría, lo que podría resultar en una revisión detallada de tus registros fiscales y, en última instancia, en sanciones y multas adicionales si se descubren irregularidades.
Como ves, es importante que tomes en cuenta la fecha límite y cumplas con tus obligaciones fiscales a tiempo. ARAF te ayuda a evitar estas consecuencias.